1. Hay un paso que se da. Un paso incierto hacia el futuro. Un paso que hace la diferencia entre aquí y allá, entre hoy o ayer, entre antes y después. Un paso, define en el gran libro de las frases célebres, lo que es hoy, en nuestro mundo, el astronauta, como símbolo de la humanidad. Aquella de ‘Un pequeño paso para el hombre (pausa dramática kjkjkjkjunpositronbrrrrr) y un gran salto para la humanidad’. Me gusta eso les cuento. Aunque no deja de ser molesto el saber que los gringos usaron ese hito de manera política. Un asco. Como casi todo lo que sale de sus políticos. Aunque otra frase ‘guerra fría’ -hay que decirlo- les salió brillante. Volviendo a los pasos, funcionan como un símil fantástico a la hora de explicar distancias y correrías. Son fetiches de tiempo y espacio. Una maravilla. El astronauta flota decenas de meses nada más para dar un paso. Y aquí entra el tema de la trascendencia de las cosas. La consecuencia de los actos, la conciencia de los seres. Pero yo prefiero el mundo, la vida y sus pequeños pasos.
2. El signo del paso: la huella. El beso del paso al futuro.
3. El primer paso: el que inaugura el mundo asible. El mundo como extensión de los pasos y las posibilidades. El paso que es orgullo paterno y zozobra materna. El paso hacia el espejo, los juguetes, el patio, el mundo abrupto, los abuelos, que en ese paso quedan adelante. El paso del fin del mundo.
4. Un cósmico mundano de mis favoritos, Gustavo Cerati, escribió aquella frase de ‘Yo( y aquí hace una pausa dramática y sexirula) prefiero seguir tus pasos’. Los pasos como acción de aproximación. De estar con vos. El acoso, la seducción, acaso la obsesa persecución del amor, el deseo, lavigilancia, la contemplación, el voyerismo, la fascinación, la babosidad, el sojuzgamiento, la resignación.
5. El origami del paso: el baile. El paso que vuelve sobre sí para hacerse eternidad, música, pasión. El paso que no avanza, pero atrae, sugiere, abraza, alza vuelo en estricta concordancia con la tierra. El salón de baile: el espejo de los dioses.
6. El paso fatal, el último: el que no se llega a dar. La intermitencia, y luego la abrupta parada, la interrupción de lo inconcluso, la muerte. El paso inmóvil hacia la noche blanca.
2. El signo del paso: la huella. El beso del paso al futuro.
3. El primer paso: el que inaugura el mundo asible. El mundo como extensión de los pasos y las posibilidades. El paso que es orgullo paterno y zozobra materna. El paso hacia el espejo, los juguetes, el patio, el mundo abrupto, los abuelos, que en ese paso quedan adelante. El paso del fin del mundo.
4. Un cósmico mundano de mis favoritos, Gustavo Cerati, escribió aquella frase de ‘Yo( y aquí hace una pausa dramática y sexirula) prefiero seguir tus pasos’. Los pasos como acción de aproximación. De estar con vos. El acoso, la seducción, acaso la obsesa persecución del amor, el deseo, lavigilancia, la contemplación, el voyerismo, la fascinación, la babosidad, el sojuzgamiento, la resignación.
5. El origami del paso: el baile. El paso que vuelve sobre sí para hacerse eternidad, música, pasión. El paso que no avanza, pero atrae, sugiere, abraza, alza vuelo en estricta concordancia con la tierra. El salón de baile: el espejo de los dioses.
6. El paso fatal, el último: el que no se llega a dar. La intermitencia, y luego la abrupta parada, la interrupción de lo inconcluso, la muerte. El paso inmóvil hacia la noche blanca.
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