PRÓXIMAS TOCADAS

PRÓXIMAS TOCADAS
INGRESO LIBRE

viernes, 27 de noviembre de 2009

ESCRITOS: ESQUIZOFRENIA



ESQUIZOFRENIA



Yo soy al menos dos personas. Una es un obrero eventual de la empresa constructora Aramis, que putea constantemente, mastica con la boca abierta y se complace en mirar fijamente los culos de las jovencitas; la otra es un funcionario público apocado, ligeramente choco, que saluda de “jefe” a todos sus colegas y mantiene una joroba prominente. Le conté mi caso a mi amigo, el psicoanalista, quien me dijo que estaba jugando con él, que esta manifestación de personalidad múltiple es imposible y que no podría tratarme, llamando la atención sobre mi inmadurez y mi incapacidad para enfrentar la realidad, la reprimenda fue tan dura que me largué a llorar. Esa noche, mi misterioso tercer yo visitó al psicoanalista acompañado por una barra de hierro y le propinó una paliza que él no olvidará, pero yo sí. Mi cuarta personalidad es una trigueña deliciosa, con el pelo azabache suelto hasta la mínima cintura que comienza el declive hacia unas caderas redondas, unos pechos ajustables a mis manos, un lunar liso junto a la comisura derecha de sus labios carnosos y unos preciosos ojos miel. Ante el dilema moral que suponen mis serias intenciones de culearme, volví a llamar a mi amigo psicoanalista, pero el tipo no quiere volver a verme. Hay gente rara. Mi quinta personalidad es un vagabundo que suele dormir en las escaleras del edificio donde habita mi sexta personalidad, un pulcro y exitoso médico cirujano que me cae supermal. También hay un escritor de ficción muy bueno que gana premios literarios por mí y un escritor de fricción, muy malo, que publica sus cochinadas los viernes en El Extra.

Los domingos juego al fútbol dividido en dos equipos, el equipo A alinea a mis personalidades más distinguidas: el bombero que salvó vidas en Australia, el periodista iraquí que le lanzó un zapato a Bush, el taxista cubano honrado que devolvió un maletín lleno de dólares a unos turistas que no se lo merecían, Jerry García, y otros individuos de la misma talla moral y ejemplarizadora; el equipo B está lleno de madres de estrellas de pop adolescentes, futbolistas argentinos retirados, curas pedófilos y políticos tránsfugas, curiosamente hay un niño de 7 años que es un crack y que siempre termina marcando un gol ilegítimo en el último minuto del partido que le da la victoria a su equipo. Los jugadores del equipo A, en general, son demasiado nobles para protestar estas injusticias deportivas, pero a veces los juegos terminan en bataholas. Como ninguna de mis personalidades es miembro de las fuerzas del orden, las contiendas se extienden por varias horas. Después nos vamos todos a almorzar a la enorme casa de mi familia, porque madre hay una sola.

Un día mis personalidades harán una revolución en mi contra, proclamando la inclusión de las amplias mayorías marginadas en los confines de mi psique. Se instaurará la dictadura del proletariado en desmedro de mi caprichoso y desmedido ego. Es posible que sea encarcelado y hasta ejecutado. La lucha será larga y cruenta, y sin duda demandará el sacrificio de muchas de mis personalidades. Pero vale la pena intentarlo, o al menos eso es lo que dice mi nueva psicoanalista, la Dra. Salazar. Ella insiste en que de esa forma seré un tipo equilibrado, maduro y productivo; pero sospecho que la doctora no es sino otra de mis personalidades arbitrarias. No hay manera de saberlo. Es posible que en el futuro me case con ella para regalarle a mi madre la dicha de ser abuela.