PRÓXIMAS TOCADAS

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INGRESO LIBRE

martes, 31 de julio de 2007

Reflexiones: la canción

1. La canción, entendiéndola como entidad creativa unitaria -texto y música-, como materia prima de una identidad compositiva patentada en la producción de un artista es, y seguirá siendo -creo que por un buen tiempo-, la piedra angular de la industria musical, que en un mundo mejor -llámese (mientras tanto) primer- garantiza a sus autores, intérpretes, productores y distribuidores, un nivel de vida decente, cuando no holgado u opulento.

2. Las canciones superan el ámbito lógico de una explicación, desprecian la minucia técnica de una descripción y bostezan ante el análisis estructural de los doctos en métrica y armonía. Ese “algo más” -en boca de no poco autores entrevistados al respecto- excede al estudioso, y es lo que apasiona al fan, al escucha, al oyente, al melómano. Ese “algo más” encuentra su hábitat natural en un lugar impreciso de la anatomía del artista. Cabeza, alma y corazón se disputan el honor de alentar el mito de la inspiración, que al parecer es algo así como una epifanía, un despertar o una revelación.

3. La noción de inspiración -epifánica, efímera y animista según unos criterios; elaborada, iluminada y consciente, según otros-, parece dejar de lado la simple observación hecha a la pasada, y experimentada por cualquier aspirante a músico, de que el arte opera por repetición, o sea: “la práctica hace al maestro”. Esto es: estudio, constancia, pulsión obsesiva para alcanzar el estado creativo pleno. Esta es una forma elegante de confrontar aquella horrible teoría del sudor y los porcentajes.

4. Si hemos de aceptar que ciertos ángeles, espíritus o agentes de luz andan por ahí silbando al oído de los compositores, melodías bellas e inmortales, y asumimos también que el artista elige con qué se queda, qué desecha, qué desplaza de la obra que finalmente hace pública, habremos de inferir que no sólo existen entidades divinas consagradas a las grandes obras, sino que también pululan por ahí, digamos, el ángel de la cumbia y el duende del reggaeton; aunque habremos de reconocer que las inspiraciones de estos dos géneros musicales abundan en referencias mas bien terrenales, como el sustantivo femenino Coralí o el culo de las dominicanas.

5. Otra característica importante de la canción es su cualidad performática: una canción sucede en un tiempo y espacio, suena, se actúa, se pone en escena, es interpretada. Al ser ejecutada reiteradamente o presionar play, modifica su entorno las veces que sus tonos se repitan en el aire, siempre que encuentre audiencia, ya sea voluntaria o forzosa, no olvidemos que “lo que existe y no se percibe, bien podría no existir” (Alejandro Dolina); y si a esto sumamos las múltiples versiones posibles de un mismo tema musical tenemos que una canción nace y vive cada vez que es ejecutada o interpretada.

6. La obra final, entonces, sigue caminos distintos (“mysterious ways”): estamos ante la iluminación por descarte, por negación, por eliminación. “No sé que quiero pero se lo que no quiero”, canta Calamaro, desde el fondo de la Alta Suciedad, en un callejón negro y rojo, anti Say No More. “No saben la cantidad de mierda que tengo que escribir para encontrar algo bueno”, proclama Iggy Pop, y le creemos.

7. Atendamos a la reflexión de los cubanos Yissel Arce Padrón y Ania Rodríguez Alonso, acerca de la actualidad de las artes plásticas: “La vocación transgresora inherente al arte, lo ha llevado históricamente a transitar por terrenos vedados, prohibidos y prácticamente inaccesibles desde otras zonas de la creación humana. Los artistas, apremiados por la necesidad de innovación, han subvertido los cánones que cada época impone a su paso. Estas constantes rupturas han conducido en el plano formal a la desmaterialización de la obra plástica, pero una expansión de igual magnitud ha ocurrido a nivel temático. Ya desplazada la atención de requerimientos puramente esteticistas, los creadores vuelven su mirada hacia aquellos problemas que lo afectan como ser social, como ente individual. Para muchos de ellos, la obra de arte deja de ser un espacio sublimado, ajeno a las presiones cotidianas; esta se instituye en un ensayo donde se discursa en torno a los condicionantes -de tipo sexual, étnico, racial, político, cultural, etc,- que rigen la vida del hombre.”

8. Bien, no?

9. Ahora llevemos estas ideas de vuelta al terreno de la creación musical. Y nos daremos de narices contra el eterno dilema de la “canción comprometida”, de la canción con “mensaje y/o contenido”, versus la canción opa, comercial, mueveculos, facilista, que por una vez (¡horror!), se alinea con la canción rock, que se subdivide (a partir de concepciones a vuelo de pájaro) en canción hedonista, sexista y sexy, y canción sublimada, en difícil, literaria, elitista. El meollo de la cuestión parece yacer en la relación de la obra y el artista con la realidad. Así que mientras unos parecen estar absolutamente comprometidos con los procesos históricos, políticos, sociales culturales (y por qué no) económicos (para saber cómo usar el discurso en beneficio de sus arcas), los otros parecen persistir en una labor evasiva, acaso de negación de la realidad, (muévelo, muévelo, ¡cómo lo hace!) y en otros casos confinándose a la Torre de Marfil del arte puro, sensible, surreal.

10. Ahora bien ¿Cuál es la realidad? ¿La de CNN y Unitel? ¿La de las telenovelas emitidas inmediatamente después? ¿La prosperidad del rocker que farrea o la miseria del que le provee chelas, tanto en Las Cholas como en la fiesta rave a la que irá a parar, cuatro horas y ochenta y cinco pesos después? ¿La del Canal 7, donde el primer mandatario indígena de la vida entrega tractores e inaugura escuelitas todos, pero todos los días? ¿Nuestras casas, donde nuestros padres crían a nuestros hijos, mientras nosotros hacemos nuestras tesis durante ocho años, sin perdernos la entrada universitaria ni porsiaca? ¿La de Loukass rompiendo taquilla otra vez? ¿Cuál, oh! Lord, es la realidad?

11. Uno de los postulados más importantes del Postmodernismo acerca del arte, es que la originalidad ya fue (ellos lo dicen más bonito, pero la idea es esa). Es decir, el paradigma de originalidad (innovación, vanguardia, identidad) que rompía la cabeza de los artistas modernos (o sea hasta los años setenta más o menos en Europa y aquí hasta anteayer) y los puso a hacer auténticas huevadas en pos de mostrar lo nunca antes visto, se disolvió en amables autoreferencias, pastiches, collages, intertextos y plagios lisos y llanos.

12. Los medios, los intelectuales, las revistas, los escritores de la Rolling Stone, etc. fueron llamando sucesiva y aleatoriamente a estos nuevos engendros: rock, pop, art-decó, vietnam, punk, mariovargasllosa, grunge, realismo mágico, lambada, gore, post-punk, boysbands, emo, indie, mob, rave, reggaetón, buenavistasocialclub, hip hop alteño.

13. No deja de llamar la atención que lo alternativo, lo rebelde, lo indie, lo raro, cada tanto, se asimile al sistema y vaya dictando las tendencias de consumo de la música y sus subproductos (i-pods, ropa, piercings, etc).

14. ¿Y qué pasa cuando lo alternativo es popular? ¿Cuál es el pueblo?

15. Existe un preconcepto implícito, que parece yacer en el fondo de la cabeza del público y los productores de espectáculos locales, que identifica a lo popular con lo vulgar, lo repetitivo, lo simple. Haciendo de la mediocridad la media, y enterrando los pies en el vicio del facilismo, acaudillados por sus famosos y prósperos fabricantes de jingles y plagiarios profesionales.

16. El discurso que uno advierte en los exponentes de la comunidad artística, pretende una identidad propia a partir de la diferencia y la oposición, o sea “no ser iguales a” e “ir en contra de”. A estas alturas la originalidad is dead, así que este paradigma deberá -creo yo- ceder paso a la premisa de autenticidad, como garantía de honestidad, coherencia y consistencia estética, más allá del discurso anti o prosistema.

17. En Bolivia la condición de alternativo, independiente o underground, le resta peso a la propuesta, relegándola a un plano secundario. Ojo que no ponemos en tela de juicio el trabajo de gente que aspira a la popularidad hablando códigos que no le son comunes sino a sectores minoritarios, aun dentro de la gente que le dedica un poco de su tiempo a la música; sino que el asumirse o postularse como “raro”, te hace un chiste para pocos, un marginal, un loser, para la percepción colectiva del público.

18. Me pregunto que pasará cuando los cultores y creadores de esa “otra música” se cansen de agotar arcas propias y familiares para tener un producto decente en un mercado cada vez más pequeño, por amarrete y perezoso.

19. ¿Recuerdan aquella arenga que solían traer los discos viejos, que rezaba “Disco es Cultura”? Pues, ahora parece tener sin cuidado a nadie. Me parece que la frase encierra un criterio acertado: toda manifestación popular es cultura y ésta va nutriéndose, de las diferentes propuestas de los artistas, que responden a su tiempo y espacio desde su propia visión creativa, y condicionados por su entorno inmediato (y mediato) social, económico, político y cultural (Chenk’o total), amén de los gustos personales y el nivel de formación e información del público. Es decir el rock, el rap, la electrónica, no son menos bolivianos que cualquier género musical tradicional. O por lo menos lo son tanto como la cumbia que todo el mundo baila chocho con la mano derecha así.

20. Si la “otra” música que se produce en este país no encuentra espacio de difusión, y aun salvando este escollo, no halla el feedback necesario, el eco en un público aletargado y ovejuno, que asocia la música con una gratificación inmediata y efímera; estamos jodidos.

21. Estas reflexiones no buscaban respuestas, pero pucha que hemos ido lejos. Hay demasiada tela que cortar. Al parecer lo único en que vamos a poder ponernos de acuerdo es en que Marilin Manson tiene la culpa. Hasta la próxima.

miércoles, 25 de julio de 2007

Poetas del Fin del Mundo

Hoy, que el fin del mundo está cerca
déjenme decirlo de la manera
más cursi posible:
poetas del fin del mundo, uníos.

Fundemos la Sociedad de Poetas Pobres
recorramos el planeta con plata prestada
pintemos bigotes en los posters de los dioses.

Yo, qué he fracasado en todos los menesteres
del entendimiento humano,
que le debo tanta plata a tanta gente
que he mirado el Parnaso con delectación babosa
declaro: que esta vida es todo lo que mis ojos verán

denuncio el hambre de las calles,
la senectud de las ideologías
la inoperancia de las religiones
la soledad de la hora pico.

Ayúdenme a gritar con las manos alzadas
y drogadas como en un concierto de rock:
que esta vida es todo lo que sus ojos verán
que nos mamaron compadres,
que esta vida es todo lo que tus ojos verán,
que rompieron la alcancía y no nos enteramos.

Que esto es lo que hay y punto.

Demasiado Evo...

Tenía una crónica de mi viaje a Buenos Aires en junio, pero se perdió. Eso nos enseña chicos que no podemos confiar en los flash discs, uesebes o como mierda se llamen. En fin, se salvaron dos "docs" que aquí posteo para beneplácito de los arquéologos del futuro.




Día 8 - Demasiado Evo


No suelo hablar demasiado sin la intervención del whisky. Menos de poesía. Afortunadamente mis atentos anfitriones se encargan de evitarme el engorroso trámite de ponerlos al tanto del panorama de la nueva poesía boliviana (panorama que desconozco), para darme palmaditas en el hombro y hablar de Evo, demasiado Evo: a la hora del asado y de la boga, en la calle, ah!, de Bolivia, Qué cuenta el amigo Evo, Grande Evo, Qué loco Evo, y cómo viven el proceso? y el gas? No suelo ser descortés sin la intervención del whisky. Así que aquí estoy, rodeado de atentas miradas -porteñas, rosarinas, las miradas y sus dueños(as) -, tratando de hacer un curso gratuito y acelerado de Historia de Bolivia modelo 2007, Neo liberalismo y Contraofensiva Social-populista, edición pirata de bolsillo, Manual de los Movimientos Sociales, tomo 1. Sí, es que antes estábamos jodidos, y ahora? Más o menos, mirá vos… y las trasnacionales, el post-colonialismo, las dictaduras, la corrupción, no saben, y el Goni? Un cabrón. Cabrón es algo malo ¡Ah, un sorete! Si, eso, y la miseria y las manifestaciones y los bloqueos y la coca, y la hoja y la altura, che, y la pelota, dobla?



Día 12 - All you need is Folk

En el café Plaza Dorrego, de San Telmo, una dama rubia comparte un café (?) con un grupo de gringos de facha sureña y temple afable (con sombreritos y todo). Una vez tomada posesión de una mesa con vista a Plaza Dorrego, a la espera de la poeta brasileña Angélica Freitas, descubro que la dama blonda resulta ser -luego del searching mental- la mismísima Juana Molina, cuyo “Son” -su cuarto álbum-, vengo curtiendo frenéticamente desde hace unas semanas. Ahora mi ejemplar del cd exhibe firma y dedicatoria de la maestra, robadas con cortesía, a tiempo de enterarme de que los gringos son los mismísimos Vetiver que, ya en la noche, en La Trastienda, mostrarán lo mejor del folk actual: melodías exquisitas sobre una base sólida y paisajística, un cantante expresivo y conmovedor, letras sencillas, casi narrativas, un violero preciso y atento, que pisa la distor muy de vez en vez y guía a una banda que nunca llega al clímax que los rockeros esperamos con un nudo en la garganta, nudo que finalmente se resuelve en una sonrisa relajada, agradecida.

Una hora antes de finalizar el show de Vetiver, terminaba el set de Coiffeur, alias del cantautor porteño Guillermo Alonso, un capo. Lo acompañó una banda minimalista, que matizaba perfectamente la construcción del personaje y el concepto pop de las canciones del solista que, cuando se enfrentó a la audiencia con su viola acústica (nylon) nomás, mostró una solidez impresionante y una personalísima forma de cantar y de tocar la guitarra. Es la fecha del 12 de junio -la única a la que pude asistir- del ciclo Nuevos Aires Folk 07, “curado” por Juana Molina y que muestra lo mejor del folk argentino contemporáneo; un folk que se constituye en la avant-garde de la música que se hace allá, y que incluye loops, samples, quenas, ronrocos y xilofones, sin asco.

Ya casi es hora de volver. Apenas unas últimas impresiones: taxista fan de Evo, desayuno en Flores en la casa De Napoli, despedidas, atracón de pelis malas, sueño stereo, en La Quiaca, como personajes de otra crónica, el Dedeco y el Coco Bedregal comenzando su aryentain adventure: abrazos, suerte hermano, promesas de mail y buenas ondas, frontera, tren, nuevo atracón de pelis malas, pique macho, lago, pariwanas y el enorme cielo de Oruro guiñando el ojo de viento.

martes, 24 de julio de 2007

Crucigramas (berna mix)

A propósito del lanzamiento del videoclip de "crucigramas", escuchen el remix que hizo la berna:

sábado, 21 de julio de 2007

Que lo parió...


Oh no! está pasando otra vez! las célebres palabras de Barney Gómez (a quién solo yo le gano farreando) me asaltaron ayer en medio zapping, mientras trataba de recordar dónde pusieron los canales de cable los cuates de coteltv. Y ahí estaba. En medio de vedettes, tvcompras, el pantagruélico cabildo paceño, teorías de conspiración acerca de porqué los gauchos no ganan nada desde hace 14 años, ahí estaba: el rostro afable bajo las cejas pobladas del Negro Fontanarrosa, en una foto de archivo. Archivo para siempre si no fuera porque sus dibujos son inmortales seres que podemos visitar cada día; son familia, son amigos, son el lazo (como el del elocuente Gaucho Pereyra) que Roberto Fontanarrosa, humorista argentino (ya, rosarino), agudo escritor (fue guionista y colaborador de Les Luthiers) y tremendo dibujante le tendió a la eternidad.


Es hora de decir que no me gusta que esta gente se muera. Bush pase y vea , pero el Negro? La mano y la cabeza detrás de Inodoro Pereyra el Renegáu y Boogie el Aceitoso, entre otras certeras y entrañables criaturas de la argentinidad (a veces al palo) que se proyectan a todo el imaginario latinoamericano, se ha muerto a los 62 años. La tristeza pone a pensar hasta a los más piratas. Miren lo que les digo: si esto sigue así estamos jodidos. Se nos estan acabando los Barrets, los Charlysgarcías (en vida), los Bibikings, los Pappos. Cuidado, no vaya a ser. Otro Gómez, El Gonzalo de Go-go Blues, ya nos enseñó que a todos les toca su santo. Así que avisada está my generation. Tomemos recaudos: seamos bellos, intensos, jodidos, talentosos, inteligentes, audaces, valientes, apasionados. Cantemos a viva voz, emborrachémonos (no como yo, hasta por ahí nomás, cuide su hígado) , enamorémonos hasta las patas, dejemos dibujitos y besos en las paredes, en los obeliscos, en los sostenes, dejemos el alma, los ojos, el pellejo en este mundo de mierda, para que un arquéologo del futuro, uno sólo, derrame una lágrima y se guarde a escondidas nuestro fosil en el bolsillo, a lado del corazón. Donde queda lo que importa. Donde va a vivir Fontanarrosa de ahora en adelante.

miércoles, 18 de julio de 2007

Una fábula

Aquel día de primavera, el Bosque despertó contentísimo, afirmación ésta que nada tiene de incorrecta si se razona que el Bosque es, en sí mismo, una entidad orgánica, como lo son cada una de sus partes, tallos y fieras, flores y arbustos, insectos y lodazales; a menos claro, que a alguien se le ocurriera edificar allí un bunker, una estación de servicio o cosa parecida, lo cual sería forzar los límites de la estupidez.

Podrán aún protestar, los que sabemos, argumentando que las rocas de la superficie son objetos inertes, y yo replicaré diciendo que el suelo, sea en las forestas amables -como la que nos ocupa- o en las estreñidas ciudades, solo sirve para ir de un sitio a otro, y en las últimas, exclusivamente para no hacer el ridículo.

Decíamos que aquel espléndido día el Bosque -cuya latitud y longitud no revelaremos, pues no es tópico de interés en esta historia y, ya que estamos, el bosque de las fábulas y los cuentos es siempre el mismo-, rebosaba de frescura, y sus criaturas se veían así mismas impelidas por fuerzas ignotas a profesar el amor a sus semejantes, dicho esto sin la menor referencia a las orgías y a los gang-bangs, cochinos de mierda.
En ese espíritu reinante, se encontraban entregados a afable conversa y vago chismorreo la Tortuga, El Mono, El Jabalí, El Alce y El Oso... (leer el cuento completo)

jueves, 12 de julio de 2007

Acerca del Veto

"...solo quedan las alturas..."
Luis Alberto Spinetta en "La Montaña"
1

Pobre Veto. Nadie lo quiere. Anda por ahí desde que su papá Blatter y sus tíos Grondona, Leoz y Texeira, decidieron que aquí el fútbol -artículo de primera necesidad en la canasta familiar boliviana-, no va más. La Oficialía Mayor de Cultura, perdón, ahora de Culturas -por la onda pluri-multi que se supone integra a la gente, aunque hoy uno escuche la palabra indio pronunciada con más denuesto que nunca, por toda la ciudad-, no quiso quedarse fuera de la movida y decidió a su vez, prohibir los festivales de jazz a más de 3000 metros de altura, no vaya a ser; y las embajadas de España y Estados Unidos, siempre sonrientes y cordiales con sus vecinos subdesarrollados, estudian una ley que prohíba a los ciudadanos provenientes de más de 3000 metros de altura. Si esta tendencia prospera, tendremos que hacer la tibetana: encerrarnos en cuatro paredes de religión y filosofía a meditar el resto de la existencia, a partirnos la cabeza pero a fuerza de pensar -en vez de a palos autonómicos e indigenistas, como quieren otros, (léase branko sonofavich) y buscar, en las horas muertas, la piedra filosofal, hasta que alguien decida que ha llegado el -nuevo- momento de acabar con nosotros, o hasta que alguien abra un ojo, se de cuenta que todos están muy concentrados tratando de alcanzar el estado zen y se chorée todo -otra vez-; y salgamos todos con los puños en alto, nuestras cabecitas rapadas al sol, nos rasguemos las vestiduras, pidiéndole al dios de turno, que por favor, no sea malo, que nos mande un dictador.

2

El Veto, entre otras cosas, tiene una cefalea terrible, la gente lo señala con el dedo por la calle, lo empujan, le gritan camba, gringo, y cosas peores, los taxistas pasan de largo, miran al frente sin dar respuesta… bueno, esto lo hacen con todo el mundo, este rubro de la indiferencia; pero hasta los niños le patean en los t’usus y las cholitas le hacen wishu wishu con la trenzas, como tomb raider. El Veto se fue el domingo al Café Ciudad a ver los Cuartos de Final de la Copa América y quiso hacer amistad con los extraños después del partido México – Paraguay (México 6 – Paraguay 0), comentando: “Eso es cagar pilas”, pero nadie se rió, nadie celebró la agudeza, y hasta los mozos se tropezaban accidentalmente manchándole la camisa con salsa bolognesa. El Veto está de lo más triste, y aunque se hospeda en el Ritz, nada parece consolarlo. Tuvo que ir el Evo en persona a decirle: no chango, no pasa nada, andate nomás, eso sí, cagá a Oruro y a Potosí si quieres, pero a La Paz, no la tocas, la sede no se mueve, ¿listo? Y el Veto, se tragó los mocos, hizo las maletas y se fue al aeropuerto de El Alto (que tiene el bolivianísimo nombre de John F. Kennedy) donde tomó un avión rumbo a La Suisse (que para ser neutrales, dan bastante guerra), para atracarse de buenas noticias y referéndums, sin olvidar entre mordida y mordida, la afrenta recibida, jurando volver, urdiendo la venganza de los poderosos contra los países marchistas y bailacuecas, que será inapelable y escribirá grande en el cielo una V. V de Vendetta. V de veto.

Inventarios (2da entrega)

Noche blanca


1

La luz a media asta. La música respirando en cada poro de la habitación. Su grácil compañía. No se necesita demasiado para ser feliz.

2

La ciudad somnolienta como un acuario intermitente. Los portones y rejas agitan su herrumbre. Señal de cierre. Música persiste. Mano abandona, laxa, la pluma. Es tarde. Tic-tac.

3

Fade in. La estufa hipnotiza a un gato cetrino. Campanitas se esparcen contra el pavimento húmedo. El mundo es espejo de un cielo astillado. Los colores y los días caen mansos al mismo río. Murmullo de aves y mariposas. Río detenido. Fade out.

4

Luz. Acero y luna. Tiovivo de soles y asteroides. El atardecer se sobrepone al horizonte. La línea que divide al mundo y al cielo hiere como filo de espada. La plaza refulge. Los micros parten. Dejan estelas pringosas y tristes. Good-bye

5

Sierra madre. Murciélagos y hammonds esparcidos por un viento negro hacia suburbia. Tic-tac. Miga de pan, vela, agonía, madera ocre y edredón. Lánguida lámpara. Noche de brutos y locos. Cierra, madre.

6

Las imágenes en sepia se estrellan contra el cortinado de nubes más bien grises. La amalgama confunde al caminante. Lacera os ojos con fuegos fatuos. La ciudad desacelera el pulso y las amas de casa rezan por la platería y la porcelana. Muros adustos. Noche morena. Bésame mucho.

7

Temblor de pies bajo la lluvia. Desatar remolinos con un lápiz en el aire. Collares de persianas, de personas. Blues de percheros y paraguas de colores opacos. Soñar trae tremenda acción a las chicas delicadas que parpadean en busca de extraterrestres desde sus dormitorios-celdas-bunkers-guaridas-cubiles. Un, dos. Blues.

miércoles, 4 de julio de 2007

Literatura en Vivo



El pasado lunes 2 de julio participé junto a Sergio Antezana, en el ciclo Literatura en Vivo, que se realiza cada lunes en ETNO Café, en una lectura -en mi caso poemas, en el de Sergio, prosa, cuentos y poemas- bastante divertida. Vuelvo al Etno, esta vez para dar un concierto este jueves 5 desde las 10 pm. Incluyo acá algunos poemas leídos esa noche:








ROOMATE




Mi amigo habla con palabras que él mismo inventa,
pronuncia maravillas y disparates con igual solemnidad.

El otro día hizo que me sentara sobre un pedazo de chicle
y no paró de reírse toda una semana.

Yo tuve que botar los pantalones.

Cuando seamos grandes, soñamos, viajaremos por el mundo
y nos tiraremos a las hijas prohibidas de las casonas solariegas.

A veces discutimos por los favores
de una pelirroja que imaginamos al unísono.

Solo una vez llegamos a los golpes.

Después recogimos la mesa y vimos
una de Robert de Niro.

Con frecuencia rememoro esa peli en la oficina
hasta que es hora de salir.

Vuelvo a casa y él sigue riendo por lo del chicle.








Canciones Futuras




Hace tristeza allí afuera
en los charcos perennes
en los adoquines rengos
en los pájaros
que van dando tumbos de árbol
en árbol,
como pedruscos.

Hace un frío de mierda, muchachos,
zaguanes, guantes de lana y tazones de té:
bienvenidos.

Agarren las nubes, las canciones,
los papeles entregados al futuro:
enciendan hogueras y abrácense fuerte
debajo de las frazadas,
como si no hubiese mañana.

Porque no hay, les cuento.










Un tema para Woody Allen



Nos decían -antes, cuando andábamos,
cuando íbamos, cuando éramos vistos
de la mano en las avenidas-, no se pierdan.

Y nosotros, a falta de mejor ocurrencia,
terminamos perdiendo, primero la calma,
luego la casa, el sentido, los besos
y perdiéndonos de nosotros
como espejos baldíos,
como fantasmas de hilo.

Hoy te hablan, te advierten,
te aconsejan el olvido,
la fortaleza, la resignación.
Hoy me invitan a fiestas, a cócteles, a bautizos
y me refieren la teoría del clavo con entusiasmo;
mientras tu almuerzas con amigas,
y quemas cartas y naves.

Me quiebro la cabeza, las manos, los días
tramando inteligentes venganzas,
maravillosos encuentros,
regresos pomposos,
pero me siento muy viejo
para todo esto, aquieto el latido
y enciendo la tele para siempre.


lunes, 2 de julio de 2007

intertextos: astronautas

Desde mucho antes de Yuri Gagarin -el primero, el papá- cundieron las ideas, los inventos, las nociones, los sueños, las proyecciones: los papeles entregados al futuro. El astronauta no es -de ninguna manera- una novedad. Queremos viajar a otros planetas casi desde que aprendimos a andar en éste. Me preguntan, quieren saber si quiero evadirme de este mundo, ¿no te gusta? Inquieren desde la superficie de sus ojos claros. Los amigos me espetan, "vos has nacido en Rusia, debía llamarse cosmonauta, no astronauta, el disco", y puede que tengan razón. Además vivo en el Apolo (sic). Pongo los puntos: ahí están, por supuesto, los libros: Leonardo, Julio Verne , H.G. Wells, Philip K. Dick, Ray Bradbury, Arthur Clarke, Pierre Boulle (Un detalle, ¿Es éste es el futuro que imaginaron?). Y están los discos y las canciones: Astronauta Tupi, de Pedro Luis e a Parede, donde colabora el genial Lenine, Duran Duran y su refrescante "Astronaut", el traje que a Moby le sienta bien, el modelo 86 de playmobil, el video "Robot" de Telefunken, las transmisiones desde el Challenger, minutos antes del desastre. Space Invaders, Galaxian (en que tengo un record) y los blogs colegas, el proyecto Niño Astronauta, la inevitable electrofilia futurosa de los electrónicos, la Puerta del Sol en Tiahuanaco, los monolitos inmortalizados con lamentables nombres gringos, los megalitos de la Isla de Pascua y el calendario maya. El planetario Max Schreier (¿Alguien sabe quién era ese señor, dónde queda el establecimiento que lo recuerda?), los observatorios desconocidos, los satélites, la eficiente y petulante NASA, con sus aldrins, sus armstrongs -sin trompeta-, sus bruswillis y clinistwuds, jugando a quién la tiene más grande en el espacio exterior, "cielo profundo" aclara don Gonzalo Pereira, el cordial corregidor."Volver al futuro", Doc y Marty Mc Fly, Mafalda y los sifones, Tim Burton y su desfiles de "estrellas" en la hilarante y cagona "Mars Attack" que le pintó bigotes al chauvinismo gringo de un solo brochazo, las "naves interplatanarias" del Chavo del Ocho, el Pirata Alma Negra riendo como Patán en su asteroide de cartón pintado, y su entrañable croma trucho, el planeta imaginado donde tudus hublun usú, hustu ul chupulun culurudu. Revistas que se llaman "Sputnik", diarios nombrados "Planeta" y "Mercurio", myspace (el del Tom de la web, el de John Cusack puteando por que la Angelina se la hizo con Billy Bob Thornton), la entrañable escafandra de Arenita y su casa en el fondo del mar donde Bob Esponja por poco estira la pata, Espartaco y el sol bajo el mar, y hace poco Yinka Shonibare y su serie Double Dress. Por supuesto la angustia existencial, el abandono desolado de los viajes de Pink Floyd y las tapas que… imaginó para las sinfonías conceptuales de Yes, y los no menos cósmicos Génesis, en la buena época, y por supuesto don David Bowie (Stardust, ¿les suena?) y la profunda, maravillosa "Life in Mars". La carta celeste, la astronomía antropomorfa desde los griegos hasta los suecos, el spacerock, Astronauta de Zaragoza, ZZ Sputnik, los fabulosos Zodiac, el primer disco electrónico soviético (electrónica devenida kitsh, pop, cool y chic por obra y gracia de la perestroika).
Y por supuesto
Spinetta, capítulo aparte de un acercamiento al cosmos particularmente celebrador de la belleza, la naturaleza y las sensaciones humanas. Ahí están sus "Gabinetes Espaciales" y la inmortal, y todavía enigmática "El Anillo del Capitán Beto". Y no olvidemos a Cerati, cuya "Bocanada" está enclavada en el horizonte en forma constelaciones melódicas alucinantes. La nave de "Puente" en que se lleva a sus cumpas de paseo (fabulosa la idea del doble sol). Y Zoé, con el rocanlover, León Larregui añorando: "en tu planeta me quedé…" y luego "mi nave se averió…" y "montañas trasparentes, anémonas de luz y recuerdos de ti". ¿Qué más se puede pedir del viaje? Lo mismo que de nuestra "residencia en la Tierra", amigos míos: Love, love, love.