Oh no! está pasando otra vez! las célebres palabras de Barney Gómez (a quién solo yo le gano farreando) me asaltaron ayer en medio zapping, mientras trataba de recordar dónde pusieron los canales de cable los cuates de coteltv. Y ahí estaba. En medio de vedettes, tvcompras, el pantagruélico cabildo paceño, teorías de conspiración acerca de porqué los gauchos no ganan nada desde hace 14 años, ahí estaba: el rostro afable bajo las cejas pobladas del Negro Fontanarrosa, en una foto de archivo. Archivo para siempre si no fuera porque sus dibujos son inmortales seres que podemos visitar cada día; son familia, son amigos, son el lazo (como el del elocuente Gaucho Pereyra) que Roberto Fontanarrosa, humorista argentino (ya, rosarino), agudo escritor (fue guionista y colaborador de Les Luthiers) y tremendo dibujante le tendió a la eternidad.
Es hora de decir que no me gusta que esta gente se muera. Bush pase y vea , pero el Negro? La mano y la cabeza detrás de Inodoro Pereyra el Renegáu y Boogie el Aceitoso, entre otras certeras y entrañables criaturas de la argentinidad (a veces al palo) que se proyectan a todo el imaginario latinoamericano, se ha muerto a los 62 años. La tristeza pone a pensar hasta a los más piratas. Miren lo que les digo: si esto sigue así estamos jodidos. Se nos estan acabando los Barrets, los Charlysgarcías (en vida), los Bibikings, los Pappos. Cuidado, no vaya a ser. Otro Gómez, El Gonzalo de Go-go Blues, ya nos enseñó que a todos les toca su santo. Así que avisada está my generation. Tomemos recaudos: seamos bellos, intensos, jodidos, talentosos, inteligentes, audaces, valientes, apasionados. Cantemos a viva voz, emborrachémonos (no como yo, hasta por ahí nomás, cuide su hígado) , enamorémonos hasta las patas, dejemos dibujitos y besos en las paredes, en los obeliscos, en los sostenes, dejemos el alma, los ojos, el pellejo en este mundo de mierda, para que un arquéologo del futuro, uno sólo, derrame una lágrima y se guarde a escondidas nuestro fosil en el bolsillo, a lado del corazón. Donde queda lo que importa. Donde va a vivir Fontanarrosa de ahora en adelante.
1 comentario:
De Fontanarrosa puedo decir poco, lo ubico por Les Luthiers, y algunas cosas que me pasó la Vero, seguro es un maestro; en realidad lo que quería decir es que este post se me hace tan relacionado al más reciente... qué me queda decir? vive como si todo acabara cuando mueres, si no es así, bárbaro, si es así, ces´t la vie. Un abrazo hermano.
Sergio
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