[ una niña mira el mar con sus ojos de cigüeña
y quiebra el silencio con una pregunta ... ]
Lo que inquieta al mar, pequeña,
no es el tiempo ni las nubes, ni siquiera
el viento que todo lo hiela o calienta,
que sabe de blancos y rojos, habita todo vacío
y es el inventor del miedo, de los hombres y sus techos.
Al mar ni Dios lo molesta, niña, no seas tonta,
acuérdate de los griegos que lo hicieron hermano del Tonante
y celebraron el parentesco con canto, danza y hecatombe.
Porque el agua que camina
con paso de pez gigante,
está mas allá de los vivos y sus dioses: eterno principio.
Lo que inquieta al mar, flor de piedra, somos nosotros:
enanos con ansias enormes, queriendo tocar el cielo,
saber todo, ser el mar, la tierra,
el cielo y no morir en el intento,
tener en los dedos el alma y sus puntos cardinales
y poseer lo que al mismo mar le han negado :
la vida , pero la vida chiquita y púrpura,
el amor de los mortales, la vida de los que mueren
en veinte metros cuadrados y se van al mar,
al grande y eterno, con la única, vulgar y
humana intención de lavarse los pies.
Niña, no hagas caras, el mar nos está mirando.
de Cuaderno Rojo, 2002.
y quiebra el silencio con una pregunta ... ]
Lo que inquieta al mar, pequeña,
no es el tiempo ni las nubes, ni siquiera
el viento que todo lo hiela o calienta,
que sabe de blancos y rojos, habita todo vacío
y es el inventor del miedo, de los hombres y sus techos.
Al mar ni Dios lo molesta, niña, no seas tonta,
acuérdate de los griegos que lo hicieron hermano del Tonante
y celebraron el parentesco con canto, danza y hecatombe.
Porque el agua que camina
con paso de pez gigante,
está mas allá de los vivos y sus dioses: eterno principio.
Lo que inquieta al mar, flor de piedra, somos nosotros:
enanos con ansias enormes, queriendo tocar el cielo,
saber todo, ser el mar, la tierra,
el cielo y no morir en el intento,
tener en los dedos el alma y sus puntos cardinales
y poseer lo que al mismo mar le han negado :
la vida , pero la vida chiquita y púrpura,
el amor de los mortales, la vida de los que mueren
en veinte metros cuadrados y se van al mar,
al grande y eterno, con la única, vulgar y
humana intención de lavarse los pies.
Niña, no hagas caras, el mar nos está mirando.
de Cuaderno Rojo, 2002.
2 comentarios:
"...enanos con con ansias enormes..." Que manera tan sutil de indicar a la omnipotencia humana.
Varias veces he visto en ti, que no es ofensa, estas ansias enormes que te hacen ser lo que eres y me parece maravilloso.
si ,la mania del hombre de ser dueño de todo... aunque no podemos negar que para bien y mal, eso nos llevo hasta donde estamos. gracias por escribir.
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