AUTÉNTICOS DECADENTES
Tres delgadas líneas de rimel
partiendo el rostro en cuatro,
un bouquet, un cigarrillo y un infarto.
Denle a este clown una autopsia venturosa,
una flor de ojal, una muela de oro.
No hay peor circo que el que no quiere ver
a los acróbatas de los campos minados
a los tragafuegos de la masacre austral
al hombre más flaco
a la mujer más triste
al niño más pobre del mundo.
Denle un beso de despedida
a los monociclos, a la madame barbuda,
a los aviesos centinelas del aire.
Ya llegó el nuevo show de las calamidades
y llegó para quedarse, pase y vea,
la tienda se desmorona
como un dios de papel maché.
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