JKL
Bodegón (Naturaleza muerta con camaleón en la zanahoria)
Qué traman, qué Truman. A sangre tibia, por el vecindario de los discos, los díscolos y los discóbolos de Mirón. Los efebos con sus panties, maracazos en tropel a gusto del periodista petiso y choco. Como Michael J. Fox. Este es Truman el mago verde, pase y vea. Choca esos cinco, el show está a punto de comenzar, pero es tarde en Venecia, y los papelitos de colores caen sin remedio en el ojo del soleil.
Qué traman, qué Truman. A sangre tibia, por el vecindario de los discos, los díscolos y los discóbolos de Mirón. Los efebos con sus panties, maracazos en tropel a gusto del periodista petiso y choco. Como Michael J. Fox. Este es Truman el mago verde, pase y vea. Choca esos cinco, el show está a punto de comenzar, pero es tarde en Venecia, y los papelitos de colores caen sin remedio en el ojo del soleil.
Pitágoras
Dónde y cuándo. Dos coches que parten de lugares absolutamente horribles a una velocidad de 10 monjas por minuto, se estrellan con otros dos coches que nada tenían que hacer ahí. Se cagó el problema. El problema del problema. Como triángulos isósceles nos apoyamos en la cabeza del otro, soñando con cometas y liebres galvanizadas en espirales autómatas. Una barbaridad.
On the phone
La distancia del sol al Hotel Chelsea. Al Hotel Morrison. Al Hotel Dulce Hotel. Al Hotel California. Al Hotel de las Almas Perdidas. Al Regent, Tyler. A cabalgata arremolinamos los cardos y los nardos del lado derecho -para nosotros- de la autopista veraniega que recorreremos para llegar a Taiwán. La cabina telefónica roja inglesa de Ned Divine y Austin Powers está allí de cara al acantilado. Y los mares que sostienen el cielo se tornan en corceles furiosos, y el paisaje hace zoom out y es solo un poster pop que pende de un clavo retorcido en una pared de la habitación G8 de este hotel de mierda del que hay que salir rajando. Cambio y Fuera.
Aventura del papel higiénico y el Espíritu Santo
Qué sería del pobre Jesús sin los Evangelios. Evangelion. Caga. El papel del papel. Manufacturamos dioses, adornamos nuestras casas con dioses. Visitamos a los dioses. Amenazamos en nombre de dioses. Vendemos dioses en las calles. Dibujamos dioses en los calendarios. Atrapamos dioses en las maquinarias de alta tecnología. Escudriñamos dioses en jeringuillas y probetas. Espiamos a dioses en los sueños. Vestimos a los dioses y no dejamos de mirar sus partes íntimas. Imitamos a dioses en las graderías de un coro. Do, mi menor, acorde final. Final. Fin. Fuera de aquí.
Manzana
Quise comprobar aquello de que comer algo te quita el chinazo. Parece que funciona. Pero resulta que el chinazo no se va, sino que se transmite al alimento ingerido, pero como éste se muere al entrar por tu boca hedionda no hay caso de que el chinazo persista en el organismo deglutor, que acelera su pulso cardíaco y pone a funcionar un complejo sistema de aspas a vara que… a la puta. Sigo chino.
Música de fondo: Moby:Hotel
Auspicia:Droguería Inti
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