LOS MEJORES DISCOS DEL 2007 (tercera parte)

Chetes – Blanco Fácil

El ex Zurdok se viste de beatle y se pone un disco que, con bajo perfil, se cuenta entre lo mejor del 2007: Once canciones memorables, con un particular timbre vocal y un juego de guitarras (acústicas y eléctricas) en la tradición rockera más clásica, sin dejar de lado el gancho pop en los estribillos. Desde los hits mediáticos “Poco a poco” y “Completamente”, hasta la onda western de “Que me maten“, el mexicano despliega una serie de recursos eficaces para resolver las canciones y mantener viva la escucha del álbum, que ostenta en sus textos melancolía reflexiva que versa sobre el amor, el abandono, la felicidad, siempre n la voz cercana, optimista y sensible de uno de los solistas más interesantes de los últimos años.

escuchá más en : www.myspace.com/chetes123

Javier Malosetti – Niño

El extraordinario bajista argentino (que nos visitó como ilustre desconocido con la banda de Spinetta en Sucre, el 2002) entrega su quinto álbum solista, consolida su trío instrumental y vuelve a sorprender con su magnetismo vital y su impecable repertorio. Profundamente afectado por la paternidad, Javier abre un universo de entrecasa, a tiempo que afila sus inagotables recursos en el bajo, revisitando el funk, el rock y el blues siempre con un aire jazzy y un feeling notables. La saga country western “Wild West” llega a su tercera parte y nos recuerda otro aspecto a destacar: Malosetti es también un extraordinario guitarrista. Por si faltara algo, también canta con una versatilidad digna de Motown, en temas como “Tell Me something Good”, “Home”o la gloriosa “Bring Me Your Cup”, que demuestran que virtuosismo y buena onda pueden convivir.

escuchá : "Bring Me Your Cup"

Sara Tavarés – Balancê

El debut de esta joven portuguesa, con raíces en Cabo Verde, nos presenta a una voz bellísima dándole vida a una docena de canciones muy bien logradas, que refrescan el sonido world music con melodías entrañables y referencias a la tradición portuguesa del fado y la morna. Con un ensamble rico en percusión africana y arreglos de guitarras y voces, Tavarés convoca con “Balancê”, se divierte en “Bom Feeling”, juega con las palabras en “One Love”, añora en “Lisboa Kuya” y enamora en “Amor e”, en un performance preciso y sensible, pleno de naturalidad que recuerda a las grandes cantantes portuguesas (Marisa, Teresa Salgueiro de MadreDeus) y continua la huella de la gran Cesaria Evora.

escuchá más en: www.saratavares.com

David Gilmour – On an island

Aunque salió en el 2006, no lo pude conseguir hasta este año, así que lo incluyo, como una gema digna de apreciarse. Brillante. No se podía esperar menos del violero de Pink Floyd, un ñato que a sus 66 años sabe lo que quiere y como lograrlo, si de sonido, producción y efectos de guitarra hablamos. Amparado por los colosales sintetizadores y cuerdas (con arreglos de don Phil Manzanera) que envuelven a todas las canciones y liberan la magia de la stratocaster del maestro; uno a uno, nos llegan mensajes desde una isla personal (el disco fue grabado íntegramente en la costa mediterránea española), marcada por una plácida madurez y una actitud sensata, que sorprende en un rockstar de primera línea. Gilmour comparte créditos en composición son su esposa, la pianista Polly Samson, y crea atmósferas y tensiones impresionantes. “On an Island”, la canción, podría ser hermana melliza de “Shine On Your Crazy Diamond”, no faltan los instrumentales y su legado puede estar tranquilo gracias a “Smile”, una invencible canción de amor.

Mick Jagger - The Very Best of

A estas alturas, ya todos sabemos que Sir Mick es el men. La boca más grande del mundo recopila sus éxitos solistas, estrena un hit y aporta algunas reversiones destacadas. Quizá la clave del disco está en los duetos: el extrovertido y ochentoso “Dancing in the Streets”, con David Bowie, “God Gave Me Everything”, con Lenny Kravitz,y “Memo from Tuner”, su primera canción en solitario, junto a Ry Cooder, y en las rarezas de versiones ya registradas en algunos de su cuatro discos previos como solista, como “(You Gotta Walk And) Don't Look Back” con Peter Tosh, grabado en los legendarios estudios Tuff Gong, cuartel del reggae jamaiquino. La novedad es el sencillo “Charmed Life”, que había permanecido inédito hasta este álbum, un curioso ska-disco-rock, muy bailable.

Lisandro Aristimuño – 39º
Los Años Luz Discos (Argentina)

Cuenta la leyenda que este disco fue escrito en estado febril (de ahí el nombre, que confirmaría el arte del disco con Lisandro y su banda botados en cama). Descubrí a este artista gracias a la Rolling Stone en el 2004 y me hice fan instantáneo. Por suerte pude verlo en vivo (en Argentina) el año pasado y traerme sus discos. Estamos ante un cantautor serio, con una sensibilidad conmovedora y una intuición remarcable para crear atmósferas en las que su apacible voz, sus melodías certeras y sus letras sencillas y emocionales, toman vuelo y forma. Combinando gustosamente bases electrónicas con instrumentos de percusión y cuerda acústicos, el disco atrapa nada más arrancar: “Me hice cargo de tu luz”, “Pluma”, y “Algún lado” te dejan sin aliento. Participan, como invitados, la percusionista Mariana Baraj (a quién Lisandro, posteriormente, le produjo un disco), el de-generado Kevin Johansen y la entrañable Liliana Herrero. 39º admite digresiones como el cuasi pop “Demasiado”, el minimal “Pez” y el inquietante “El Búho” que, como el de William Blake o El Cuervo de Poe, juega con emociones profundas en una canción tétrica.ç

más en: www.myspace.com/lisandroaristi

Jhon Legend - Once again

Algo así como el equivalente masculino de Alicia Keys: voz privilegiada, virtuosismo al piano, canciones poderosas que desarrollan r&b, funk y soul con mucho carisma. La estricta heterosexualidad nos impide seguir con los elogios. En su segundo disco, Legend apuesta por un abanico de influencias de música negra, se aleja un tanto de las bases hip-hop y se acerca a un sonido latino, que aunque suene globalizado, amplía su propuesta rítmica. Las camotes “P.D.A. (We just don`t care)” y Slow Dance”, son las abanderadas de la cara romántica de un álbum que también tiene reminiscencias Motown (“Again”), Broadway (“Where Did My Baby Go”) y góspel (“Heaven”). Con una producción elegante y un acompañamiento instrumental sólido, Legend afianza su carrera como una de las buenas noticias de la música negra actual.

escuchá "Slow Dance":