PRÓXIMAS TOCADAS

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INGRESO LIBRE

martes, 27 de mayo de 2008

BIOGRAFIAS DE A LUCA (primera parte)

Pasé mis cumpleaños horriblemente enfermo: en cama, pero solito, con la nariz llena, pero de mocos. Y me puse a pensar en la vida, pero en la de los demás. Así que para sobrellevar el estado febril (muchas veces prolífico) empecé esta serie de divertimentos de bolsillo, sin ningún ánimo de ofensa ni recompensa. A ver como les van.


Juana de Arco

Juana de Arco era una marimacho muy bonita que vivió en Francia allá por el siglo XV. Juana de Arco abría los ojos así, y los franceses creían llegado el momento de atacar a los ingleses. Una boludez, si consideramos que los ingleses los superaban en número y capacidad militar. En fin, al Cardenal no le gustaba que Juana de Arco fuera general y doncella, así que la acusó de relaxa y erótica. Pero aclaremos que no fue el Cardenal quien la quemó viva, no señor. Fueron los ingleses. Hijos de puta. Con todo, alcanzó para varias películas de guerra y alguna que otra novela que hace llorar a las señoras.


Jorge Luis Borges

Como Borges nació en el siglo XIX, vino al mundo en la forma de un anciano venerable que reinventaba el mundo a placer y antojo escribiendo innumerables folios plenos de erudición. Perón lo sentenció a inspeccionar gallinas, tragedia que superó escribiendo “El Aleph”, que es ese libro del que todos hablan pero nadie lee. Borges leía y sabía tanto que nadie era capaz de soportarlo, excepto su mujer y su compadre el centenario Adolfo Bioy Casares, que se pasaba horas en su casa, dándole de que hablar a las viejas del barrio. Lo acusaron de simpatizar con la odiosa dictadura argentina, cosa que nunca llegó a probarse, aunque le costó el premio Nóbel de literatura, el cual todos estuvieron de acuerdo en otorgárselo una vez que Borges hubo muerto. Eso sí, un cachito antes nomás se casó con María Kodama y se fue a Ginebra, justo a tiempo para lanzar el último suspiro.


Napoleón Bonaparte

Napoleón era un petiso pendenciero que conquistó media Europa de prepo y se casó con Isabella Rosellini, a la que en ese entonces le decían Josefina. Como era italiano, quiso ser General francés, cosa que logró a los dieciséis años. Y como era milico quiso ser Emperador, cosa que logró, poniéndose él solito la corona en la cabeza y fundando, de pasadita, los principios del autoservice. De puro ambicioso y peleonero se fue a Rusia sin calcular que allí el invierno comienza en otra época. Sus numerosas tropas perecieron congeladas y Napoleón se fue de vacaciones a la isla de Elba, que al parecer era su tía. Con lo último de orgullo que le quedaba volvió a reunir a su ejército, pero un tal Wellington lo derrotó en Waterloo y Abba le hizo una canción bastante decente para un cuarteto de suecos swingers.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Juana de Arco: franceses...

Joorge Luis Borges: y Matilde Urbach?

Napoleón: y Beethoven se desanimó de dedicarle una Sinfonía.

Vania B. dijo...

Querido Vadik, estas biografías se parecen a las que les cuento a mis hijos, claro que en versión genial. Las mías son tan truchas que el Rodri casi se aplaza en Sociales al poner un resumen de la guerra del Pacífico contada por su mamá (o sea yo).

Un abrazo.

vadik barrón dijo...

vero

amiga: imaginate si seguia con el desvario, nunca acababa... asique el chistecito debe ser breve y parcial para cumplir como ejercicio pseudo literario. un abrazo

capsula del tiempo

gracias por tu comment. la verdad me diverti mucho con esto y esta es una de esas revanchas pótumas a la vida colegial.