PRÓXIMAS TOCADAS

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INGRESO LIBRE

sábado, 25 de agosto de 2007

Reflexiones [3]: muerte

1. “La muerte no enseña nada, ya que muriendo perdemos el beneficio de la enseñanza que ella nos proporciona. Podemos, es cierto, reflexionar sobre la muerte de los otros. Podemos trasladar sobre nosotros mismos la impresión que la muerte de los otros produce. A menudo nos imaginamos en la situación de aquellos a quienes vemos morir, pero precisamente solo podemos hacerlo a condición de vivir. La reflexión sobre la muerte es tanto más irrisoria cuanto que vivir es siempre un distraerse de la muerte, y nos es inútil realizar penosos esfuerzos, pues si la muerte está en juego, hablar de ella resulta la más pura y profunda mistificación”. (Georges Bataille)

2. Rigoberto Guevara: “En esta existencia absurda el pensamiento se asombra y sufre angustiosamente”. El horror de la conciencia. Conciencia que certifica -a través de la memoria y estados de continuidad en el espacio y el tiempo- la “residencia en la Tierra” (P. Neruda) y al mismo tiempo mortifica, castra, reprime, “paraliza el cuerpo pues solo puede ver en la vida sarcasmo” (más Guevara), aturde con el dolor intrínseco a la relación del hombre con el mundo (la sociedad, sus convenciones morales, sus construcciones culturales).

3. En la antigüedad se admiraba al poeta porque hablaba (cantaba) acerca de lo que el común de los hombres temía confrontar: los dioses, la naturaleza (terrena, divina, humana), la muerte. El hombre que canta a la muerte acaso también la conjura, la aleja, la enfrenta, la vence. El hombre que canta sin tapujos, comparte sus miedos, publica los recintos más oscuros de su propia existencia y pensamientos: da tuca, mete miedo por que no hay por donde atacarle, no tiene secretos: no tiene debilidades. Tal vez por eso los parroquianos se complacían en sacarles la mierda a Poe y a Bukowski en las cantinas.

4. Antonin Artaud, “el único poeta oscuro de la Francia surrealista y dicharachera”, según el compadre Cristian de Napoli, vivió una irrestricta -y necrofílica- relación con su literatura, ahondado en su propia miseria –humana, financiera-, denuncia al mundo y sus vicios, al sistema y sus títeres, al poder y sus engendros, desde el fondo del tacho de la basura, donde, a su vez, es omnipotente, intocable, nadie puede con él. Esta neurosis de la decadencia, de la podredumbre, acecha en cada escrito. El gran Artaud, en una carta a Jean Paulhan, pregunta: “¿Acaso no son el verde y el amarillo cada uno de los colores opuestos de la muerte, el verde para la resurrección y el amarillo para la descomposición, la decadencia?”, y esta pesquisa es tomada a pecho cincuenta años más tarde por Luis Alberto Spinetta (que usa la cita en el arte, revolucionario para el vinilo en 1972) en el último disco de Pescado Rabioso (en realidad es el primero solista de Spinetta) al que nombra Artaud, desatando en Argentina “lo que la revista Algún Día llamó en 1974, la onda Artaud” (Rolling Stone, abril 2007).

5. ¿Sabían que (El) Pesanervios es el nombre de un libro de Antonin Artaud? O sea, men, alguien tenía que contarlo.

6. El rock y su -enfermiza- fijación con la muerte. No abundemos en ejemplos, baste recordar One de Metallica (que sigue más o menos así: Tu-ri ru- ru / Tu-ri-ru-ru- rú / Tu-ri-ru-ru… etc.). ¿Quién canta sobre un hombre sin brazos y sin piernas, producto de la horrible guerra de trincheras (la Primera), o se obsesiona con la descomposición, los vampiros, las guerras del futuro, la soledad del ser, el suicidio, los cadáveres y la destrucción? Déjenme responderles: los rockeros. Podría pensarse -como en efecto piensan los profesores, psicólogos institucionalizados, padres de familia y periodistas de luca- que el rock crea una pulsión de muerte en los jóvenes. Lo que no sabría como explicarle a toda esta gente es que en realidad el rock es lo que los mantiene vivos.

7. De una vez por todas Marilyn Manson NO tiene la culpa.

8. Se trata simplemente de un joven perturbado y muy hábil para los negocios.

9. El psicoanálisis distingue a la pulsión de muerte (thanatos) como primordial y fundacional de la subjetividad en el individuo. Esta pulsión esta presente a lo largo del desarrollo de todo ser humano y es tan fuerte como la pulsión de vida (eros).

10. Esta especial relación (no en vano Freud les pone nombrecitos griegos), es esencial al phatos de la tragedia (griega clásica y posterior). La fórmula funcionó durante siglos y siglos de dramaturgia. Según estos postulados, una tragedia implica un amor tormentoso cuya resolución cabal es necesariamente la muerte de -al menos- el sesenta por ciento de los protagonistas. No se deje engañar.

11. Escribe Virgilio Piñera, en el poema Alocución contra los Necrófilos: “De una vez y por todas ¡a la mierda la muerte!”. La muerte es, en este caso, “una manera como tantas de infundir terror”. Continúa el agudo Piñera: “No practiquemos el culto de los muertos / ¿acaso podemos pedirles / que practiquen el culto de los vivos?”. Y no deja de tener razón. ¿Pueden los muertos entablar relación con nosotros?. Esto sugiere un nuevo tema: las manifestaciones de la muerte. Los fantasmas.

12. Borges afirma que un fantasma "es un evento terrible condenado a repetirse una y otra vez ... ”. La frase sale también al inicio de la peli de Guillermo del Toro El Espinazo del Diablo, que es pa’ cagarse de miedo. Cortázar va mucho más allá y uno de sus cuentosle propina una patada en el estómago a un fantasma. Dolina escribe todo un libro por encargo de un fantasma que termina estafándolo. Dorian Gray ¿no era acaso un fantasma que se resistía a su propia muerte? El papá de Hamlet es acaso uno de lo fantasmas más célebres, pero nadie recuerda su nombre. El fantasma más pelotudo es sin duda Casper.

13. En El Árbol de las Brujas (The Halloween Tree, 1972), Ray Bradbury pone a decir toda clase de macanas a un tal Mortajosario, a tiempo que da un curso acelerado para principiantes, de la relación particular que, a lo largo de la historia de la humanidad y de la geografía terrestre, tenían (y tienen) los diferentes pueblos con la muerte. Todo ocurre en la Noche de Brujas, en un relato digno de un capítulo de Historias Asombrosas: los siete chicos que acompañan al dudoso Mortajosario en busca de su amiguito perdido, Pipkin, se ven recorriendo el Antiguo Egipto, El Día de los Muertos mexicano, visitan a Samhain, el dios druida de la muerte y huyen justo a tiempo de una quema de brujas en la Europa medieval. Es una aventura formidable. Si tienes 11 años.

14. Para aventuras formidables relativas a la muerte, Tim Burton. Desde la estética gótica del castillo de Edward Scissorhands (que colindaba increíblemente con una suburbia gringa soleada y colorida), hasta los preciosos trabajos de El extraño mundo de Jack (Nightmare Before Christmas, 1997) y El Cadáver de la Novia (Corpse Bride, 2006), existe en su obra una relación lúdica con la muerte, como un espacio único (y personal) del que saca provecho para dar vida a esos fantásticos personajes y hacerlos parecer verosímiles para los propósitos de su narración cinematográfica, por lo demás, efectiva, encantadora, y por momentos, brillante.

15. Es curioso que el cine hecho en Hollywood, le dedique un tratamiento tan ligero a la muerte: no pueden hacerse películas sin que alguien muera, no se concibe un guión que no contemple la absoluta aniquilación de los enemigos del héroe. Es más, se podría decir que no importa cuanta gente muera en la realidad de una película, con tal de que el protagonista se quede con la chica y se besen con el paneo de la ciudad en ruinas, las luces rojas y azules de las patrullas dándole como discoteca y los créditos subiendo por la pantalla.

16. Lo único que se puede sacar en limpio de la película Meet Joe Black (Conoces a Joe Black?, 1998) es que la Claire Forlani está bien churra.

17. Me pregunto que piensan los hijos pequeños de las estrellas de cine cuando ven a sus padres acribillados, lanzados desde la cima de los rascacielos o de un auto en movimiento, o desfigurados por las aspas de una hélice o un maniaco enmascarado en la pantalla. Imagino la siguiente escena: un niño privilegiado se larga a llorar al ver a su padre electrocutarse en el sótano del edificio de las Naciones Unidas, echando a perder bastante el ambiente familiar en una de esas mansiones doradas de Beverly Hills. El actor -ganador del Oscar- lanza la siguiente reprensión: ¡pues eso es lo que paga tu colegio, pedazo de maricón!

18. Y no se puede evitar notar la influencia que este enfoque ha tenido en la televisión actual. Esta trivialización de la muerte, como un suceso anecdótico susceptible de ser desplazado por la siguiente noticia, consista esta en más muertos (o menos pero acaecidas en un lugar más importante del mundo) o las tetas al aire de alguna señorita rica y famosa, afecta a toda la industria noticiosa, e incide profundamente en nuestra sensibilidad. O más bien dicho en nuestra insensibilidad.

19. El famoso 11 de septiembre nos demostró que la vida de un ciudadano estadounidense viene a valer (digamos) cien veces más que la de un niño (digamos) boliviano, filipino o ugandés. Tal como en el cine: lo importante no es morirse, sino hacerlo de manera espectacular.

20. El “actuar la muerte” está presente también en nuestros juegos infantiles. No estoy actualizado al respecto, pero cuando era chico solía jugar a las guerras y no tengo que decirles que la clave del asunto era matar o morirse. A cada rato. Unas de los recursos favoritos, cuando el enemigo te sorprendía y anunciaba ¡muerto!, y tu cadáver se podría en las trincheras imaginadas a lado del cesto de ropa limpia o detrás de la garrafa, era gritar inmediatamente ¡otro!, con lo cual te garantizabas volver del más allá, matar a tu asesino y salir corriendo en busca de nuevos enemigos. Morir en los juegos infantiles no sólo era la cosa más pedestre del mundo, sino que, si estabas exhausto, podía proporcionarte un reparador descanso.

21. Otra forma de “actuar la muerte”: la depresión. No recomendable para corazones débiles. Salga con amigos, tómese un trago, hágase hincha de Brasil. Siempre ganan.

22. Por mi parte, pienso que “esta vida es todo lo que mis ojos verán”. Esta aparente mezquindad, que podría justificar las macanas que me mando, gana adeptos en el mundo. Unos le llaman sentido común, otros, filosofía, otros, nihilismo. La cosa es que, al parecer, no importa todo lo escribamos sobre la muerte: ella llegará de todos modos, y hasta ahora no hay nadie, pese a todos los esfuerzos de Infinito y Discovery Channel, que pueda dar un testimonio fidedigno de la existencia de un más allá, para bien o para mal.

23. El hombre puede morir decapitado, congelado, accidentado, destripado, estrangulado, asfixiado, destrozado, ametrallado, ahorcado, descuartizado, atomizado, bombardeado, aplastado, operado, quemado, abrasado, envenenado, guillotinado, fusilado, ahogado, atravesado, gaseado, explotado y electrocutado, pero lo único que importa es que muera con la conciencia tranquila.

24. Para acabar con esto de la muerte. este videíto de la Portuaria: Hoy no le temo a la muerte.


3 cuentos

Fuenteovejuna

El anciano Ponce de León sobrevive a la disentería, a las picaduras de insectos que le producen llagas y pústulas, a la infección de las heridas expuestas. Bebe sus propios orines y mastica hojas y bayas para aplacar el hambre atroz. Casi no duerme y las ropas húmedas se le han adeherido al cuerpo. El famélico conquistador emite un fétido aroma, ha perdido a todos sus hombres, y el peso muerto de su herrumbrosa armadura le impide caminar. Finalmente, en un claro de la jungla, divisa la joya buscada: Fuenteovejuna.
El anciano y sufrido Ponce de León se abalanza a la fuente con los ojos desorbitados, los dientes podridos en una mueca que algún día fue una sonrisa y las manos alzadas en actitud piadosa. Hasta aquí podemos dar noticia. Al parecer el conquistador había logrado descifrar la exacta ubicación y las propiedades milagrosas de la Fuente, mas no así su profundidad. La crónica de la época refiere que Ponce de León murió ahogado en la Fuente de la Juventud.

La Paz, julio 2007


Cumpleaños

Miranda infla los globos de sus cachetes y apaga con fruición las velitas. Miranda, rechoncho, deja tras de sí un séquito de pedos en forma de margaritas y jirafas. Y corre contento, Miranda, mirando ora al Sur, girando como peonza, Miranda, brinca feliz y saluda a todos los presentes. Baila Miranda el baile que bailaron sus antepasados, ríe hasta la lágrima, y olvida Miranda, olvida a aquellos que dicen que el destino es una sábana blanca enorme que tarde o temprano te cubre, olvida el sino de los suyos, y ejecuta su danza complacido, divirtiendo incluso a algunos de los comensales, que hacen ritmo tamborileando con los deditos sobre la mesa, un, dos, un, dos. Miranda agradece al público, su público, con sonrisa cabaretera. Pero el show debe continuar, y la concurrencia no cuenta a la paciencia entre sus virtudes -tenemos que comprender: hay personas bastante mayores en la sala-, y al grito de “maten a ese chancho de una vez” se abalanzan cuchillo en mano sobre Miranda y le desgarran las carnes por todos partes y Miranda sonríe una última vez, recordando, y tías y comadres, esposas e hijas se apresuran a llevarse el cuerpo de Miranda a la cocina para empezar a preparar la cena de cumpleaños para el Papá Lucho.

La Paz, marzo 2001


Bienaventurados los cursis

Beatriz Luque, mexicana de verdad, Bea para los cuates de Cerro y la Fajardo, beauty para los ingleses colorados que visitan la Marina Hemingway, sale corriendo de la agencia de viajes de 23 para encontrar su final de tango a la luz tísica de los lejanos faros del Morro, estrellas inertes desde aquí (noche, mar y polen nos separan de esos ojos ancianos de piratas y mazmorras). Que no nos engañe la falda ajustada al pubis, el lazo reglamentario al cuello que transpira de 9 a 7 de tanto jelou ken ai jelp iu, ni la mirada de jade y glacial que estudia los movimientos de las máquinas que surcan la avenida salpicando piropos habaneros y oyemamis; esta novia ha vivido lo bastante para saber que si no llega a tiempo, no habrá un después para decir te quiero, lo siento o como se diga en este tipo de películas baratas que los editores han dado en llamar relaciones de pareja, pero que no son más que caldo de cultivo de nuevos llantos y remordimientos y sesiones eternas con amigas cursantes del último año de psicología o –en el mejor de los casos– serviciales barmans. Allí va Beatriz desanudando el lazo reglamentario de la agencia de turismo que la trajo aquí para ser parte de la nueva imagen de la Revolución abierta a los gringos y a sus dólares, aquí llegó, harán tres años, nada más que para encontrarse cara a cara con Yuliet, santiaguera de verdad, quien iba a echar abajo todo lo que sabía hasta entonces sobre amar y ser amada y tenderse de cara al techo cogiendo una mano morena que sabe susurrar en yoruba. Aquí llega Beatriz con la chaqueta verde en la mano, preguntándose porqué la puerta abierta, la radio encendida, porqué no pedir permiso a Carmita y decir que ha surgido una emergencia en casa, Horita vengo, Que tú dices? Ya vengo Carmita, porqué tirarse un turista, nada menos que compatriota, mexicano de verdad, después de tantos años de rabiosa obstinación por la chicas -sobre todo morenas-, porqué Yuliet no ha dejado siquiera una notita pegada a la puerta; porqué martillea en la cabeza con Orlando Vallejos cantando al fondo en ésta madrugada en Cerro. Y el sol que atisba detrás del Muro, encuentra en el suelo mojado, promiscuo de pasos y desperdicios de apartamentito, el corazón muerto de Beatriz Luque, mexicana de verdad.

La Habana, octubre 1998

martes, 21 de agosto de 2007

Noche Quispe - 3 poemas nuevos

Anoche, cobrando vida, bríos e hígados desprevenidos se alzó estentórea -en el Etno- la gloria ronatera, la guitarreada descarada y la poesía rock. La secta del Willi ganó adeptos y todos felices atentando contra el lunes y la lógica semanal de los ciclos depresivos. Posteo 3 poemas nuevos (de Rocanrol y Canciones Futuras) y los invito a la lectura y tocada (que nuevamente compartiremos con Domingo Quispe alias Tomás Astelarra) en Caza Duende este jueves 23, como parte de la Contraferia del Libro. Por mi parte ni Feria ni Contraferia, Periferia o Muerte, camaradas!


THE CURE


querida y venerable sor juana inés de la cruz
qué pena lo de su muerte, me lo contaron recién,
qué lástima la vida / los siglos
que pasan en vano
sin que se encuentre remedio
para el dolor de corazón

querida hermana, ¿puedo llamarla así?
-ya sabe usted, madre hay una sola-
qué tiempos aquellos
de herrumbre, peste bubónica e inquisición.

conspicua y genuflexa sor juana inés de la cruz,
usted que tanto odió a los hombres
y nunca tuvo ninguno
ni para escarnio de sus labios castos,
díganos de qué materia está hecha el amor divino.

cartucha e influyente sor juana inés de la cruz,
aventure sus palabras al manto albo del señor
que la recibirá con espinas de rosas
para consagrarla al tormento eterno de los fanáticos
que aman a los dioses y sus bestias
y desprecian a los hombres

pasposa y virulenta
sor juana inés de la cruz,
no se olvide de mí, escriba.
yo la llevaré siempre en mi corazón
junto con el pique macho
y el rosco a taffarel.




PLEGARIA DEL LADRADOR


Mister Dios si está usted por ahí
deme una señal, no sea malo
concédame días plenos
y mujeres escandalosas
como a mick jagger
concédame el génesis del fuego
y la cabeza partida
de morrison y hendrix.

Incline su alba cabellera para verme jugando
a las escondidas con la cordura y el sano juicio.
¡Fíjese nada más este país, haga el favor!
Usted que es dueño de un alma
de destrucción masiva,
tenga misericordia de la mediocridad
y el mal gusto, pero eso sí,
cómase vivos a los fanáticos del poder
y a nuestros pobres rockstars egomaníacos.

Yo, que soy un perro y el rey de los lagartos
emplazo a su autoridad, Mr. Dios, a que se ponga las pilas y
deseándole éxitos en sus funciones, me despido atentamente.




THE POLICE


señora, abra, es la policía
buenos días, venimos
a incautar sus cidis de cumbia
hasta aquí llegó el mal gusto
señora, colabore, haga patria,
el de maroyu también, por favor

señora, este país está cambiando
no se le ocurra pensar
que vamos a solucionar el problema de género
poniendo arrobas por aquí y por allá,
hay que tomar medidas drásticas y ejemplares,
no lloré por david castro, él se encuentra bien de salud
la revolución se lo agradecerá señora ¿cómo?
bueno, está bien, pero solo un temita,

señora por favor, estoy en servicio,
cabo, baile usted con la señora,
que se lo ordeno yo, caramba

bailen por última vez, giren como peonzas
arriba el subdesarrollo, hurra la marginalidad
al diablo los hospitales y las escuelas
bailemos como nunca señora
le ofrezco mi brazo
vámonos al preste del señor de la resignación
gastemos el suelo y el sueldo
perdamos el alma y los zapatos
lloremos gozando,
meemos las rutas del progreso,
hundamos nuestras fauces en
chicharrones y alcoholes

que la trompeta del juicio final
nos encuentre arengando:
arriba las manos, que suene que suene.

miércoles, 15 de agosto de 2007

Reflexiones [2]: poesía

1. Dice el Larousse: “Poesía: arte de hacer versos / Armonía, inspiración. / Elevación de ideas o de estilo”.

2. Ante esta definición es sencillo sospechar que nadie siente el más mínimo respeto por la poesía y su ejercicio. Lo cuál nos lleva a esta duda: ¿Para qué sirve el arte? Decía Borges que el arte no sirve para nada. Léanlo, no me hagan caso a mí, yo siempre termino diciendo las cosas por la mitad. Lo importante, en este caso, es que el viejo capo enfatizaba el carácter no práctico ni utilitario del arte.

3. Las palabras (también paroles desde Prevert), materia prima, acaso esencia del destino poético son -salvo numerosas excepciones rebuscadas en el fondo de los diccionarios- las mismas que usa la gente para comunicarse, los periodistas para redactar sus noticias, los intelectuales para elucubrar teorías (¿El intelectual es poeta? ¿el poeta es un intelectual?).

4. Estamos entonces ante la subversión del lenguaje: su uso, su estructura, morfología, sentido, función y capacidad comunicacional son trastocadas y heridas de muerte. Sin embargo nada más tierno y escabroso, más espeleológicamente retórico -y erótico- (por la profundidad y disposición mórbida de su vocabulario) que el texto poético. El texto cargado de emoción que no comunica ni significa emoción sino emociona.

5. El poema es intrínseco. Es la mitad de sí mismo. Una entidad esquizoide que escinde autor y obra y los amalgama voluptuosamente a la vista del lector.

6. Dice Gonzalo Millán: “La poesía es el arte de la inmanencia” y nos tapa la boca para siempre.

7. En términos profesionales (que se refieren al ejercicio remunerado de una actividad socialmente aceptada), -prácticamente- la única oportunidad de publicar que tienen los autores de poesía son los premios literarios. Mismos que, a su vez, desencadenan una serie de especulaciones y susceptibilidades propias de gente tan sensible y dispuesta a hablar mal de los demás porque, sépanlo, nadie más cabrón para hablar mal de los poetas que los poetas. Si no afectara directamente a un reconocido músico y compositor local, diría que el ámbito literario nacional es una olla de grillos.

8. Pero volviendo a lo del quivo: Alfaguara y compañía opinan que un novelista merece mucho más dinero que un poeta. Vaya usted a saber que criterios rigen a estas entidades filantrópicas (y profilácticas de la lectura, por los precios). No se sabe por qué, pero los miembros del Comité Otorga-Premios del Mundo decidió que la escritura de un libro de poesía es algo así como diez veces más fácil que la confección de una novela.

9. Más allá de las consideraciones en metálico, el oficio de poeta debe ser uno de los más complicados de definir y elucidar, por no hablar de sistema de pensiones y mercado laboral. Es decir, todos sabemos, o podemos inferir por simple etimología de escuela, a qué dedica sus horas de oficina, por ejemplo, una aerofoto geodesta o un cirujano cardiovascular. En cambio es bastante engorroso pensar en qué consiste el oficio de poeta. ¿Dormir hasta tarde, beber bastante, hablar ronco? Por culpa de la difusión de las minucias y manías de la biografía de Jaime Sáenz (que supera ampliamente la difusión y lectura de su obra) no puedo evitar la siguiente paráfrasis de un escrito de Alejandro Dolina (again):

10. Todos sabemos que Jaime Sáenz chupaba mucho, lo cual no significa que cualquier estudiante de Literatura que repita esa operación vaya a escribir el “Felipe Delgado”.

11. Hasta aquí, ya le dimos duro a varios de los que sabemos. Esto amerita un brindis ¡salud!

12. Escribe Omar Pérez: “Las funciones de la poesía son las acciones de la poesía. Lo poético no es lo que hacemos con la poesía, al escribirla en silencio o al declamarla ruidosamente, al criticarla o analizarla, es más bien aquello que la poesía hace a través de nosotros lo que es estrictamente poético.” Y por si fuera poco continúa: “El poeta es un animista y desde el momento en que observa la esencia independiente del fenómeno que sin esfuerzo lo atraviesa, nunca se considerará a sí mismo un escritor, un relator, de poesía”.

13. La cacareada sensibilidad que se le atribuye a la poesía, no hace más que debilitarla frente a otros géneros literarios. Al parecer la narrativa, tanto desprecia a la poesía como un arte menor, una entidad harto sensiblera, de fácil factura; cuanto pretende para sí la inteligencia, el rigor, el oficio literario per se.

14. “Narradores que no leen poesía. Analfabetos”

15. Reconozcamos ahora mismo que es muy bonito y gratificante sentir que se posee la formación, información e inteligencia necesarias para encarar, comprender y disfrutar un texto poético, o más aún, un texto sobre poesía, que al común de la población le parecerá paja y pérdida de tiempo, para no ahondar en denuestos. De nada.

16. Juan Manuel Roca, cubano, again: “Hay un inmemorial deseo del poeta por atrapar el tiempo en sus páginas, y con ello las formas, los objetos, quizá de manera inconsciente recordando cómo las cosas sobreviven a sus dueños”.

17. Si alguien piensa que estoy tratando de encontrar una definición última o responder a la pregunta “¿qué es poesía?” puede irse ahora mismo al puesto de la esquina: están vendiendo salteñas.

18. Gracias a la labor de la balada española del siglo XVI, a los románticos ingleses del XVII y XVIII, a los novelones cartuchos de la represión isabelina, victoriana y republicana, a los profesores de Lenguaje y Literatura, a las películas de Greta Garbo y Katherine Hepburn, al eficiente servicio postal del primer mundo, a las telenovelas mexicanas de Televisa y, por último, a los mercaderes de tarjetas Hallmark & Cía, la opinión popular afirma que la poesía es algo cursi, romántico y bobalicón, cuyo fin es llevar a las mujeres a la cama.

19. Acorde a este criterio, el poeta es aquel que le dices cositas al oído a las muchachas, llora como un condenado de cara a su almohada y bebe gratis en los bares.

20. En la música suele identificarse a los poetas con los letristas pomposos y romanticones, como los urticantes cantantes de baladas (quedémonos con los que cantan en español, que a los demás -por última- no los entendemos). Al parecer a la gente le cuesta mucho decir “te amo” o rimar alfombra con sombra (Arjona, apaleado oportunamente por nuestro Machi Mirón) y tiene que recurrir a los servicios de estos profesionales. También podrán algunos replicarme y preguntarme -con razón- porqué los textos de Spinetta, Silvio Rodríguez o Bob Dylan (por ejemplo) merecen el tratamiento de poéticos, y no así los de Ricardo Montaner, Alejandro Fernández o Daddy Yankee (por ejemplo), a lo que yo responderé con un sonoro sopapo en la nuca o contaré hasta diez dándole tiempo al infeliz de alejarse de mi vista.


21. En el “ambiente” (léase mundillo) de la música tendemos al vicio del halago fácil. Eso explica que el sustantivo poeta sea usado alegremente como adjetivo para connotar un remarcable trabajo en el texto de ciertos autores (cantautores?). Así, en la Nueva Trova (que ya es más vieja que todos nosotros juntos), se decía que Pablito (Milanés, sí, el negrito) era el músico, mientras que Silvio (Rodríguez, sí, el pajlita), era el poeta. Desde el fondo de mi corazón, mi más sentido cagazo ante esa manera canalla de ver las cosas. Disculpemos a la cándida Revolución que abunda en apostillas de ese calibre ante sus artistas mimados. Sin embargo salta un nuevo tema: ¿cuál es el límite (si lo hay) entre poesía (letra) y composición (música)?

22. El rock es -en su discurso, su dimensión textual- hijo del surrealismo, ahijado de los Malditos, primo de Ginsberg, Kerouac, Rushdie y Bukoswki, padre del (rap)hardcore renegado, tataranieto de Chaucer y Lovecraft, padrino de bodas del glam y el new wave, gemelo malvado del pop global.

23. El pobre Jim Morrison quiso ser recordado como poeta y solo logró que lo recordaran como Val Kilmer.

24. John Lennon se empelotó para le dieran bola (úsenlo, chicos, en sus ágapes). Lou Reed sigue vivo y coleando, Iggy Pop vivo y culeando, Dylan se quiere dar a Alicia Keys y se organiza una procesión de rodillas para ir a disculparse de -el otro- Cohen, (según la Inrockuptibles el verdadero padre del punk). Tom Waits editó “Orphans: Brawlers, Bawlers & Bastards”, a Serrat lo recuerdan por Machado, Spinetta tiene Pan para rato y Charly se perdió en los hoteles de Buenos Aires. Fin de la transmisión.

25. Ojo. Raúl Zurita está en La Paz por estos días.

26. Otra vez Millán: “La poesía es la lengua propia de todo tiempo abierto al futuro”.

27. Una bombita por Millan! ¡Bom-ba Millaaaan!

28. “La poesía está en la calle”, reza un famoso y ególatra grafiti. La gente que se lo creyó todavía anda por ahí, buscándola. La PTJ (perdón FELCC) ha iniciado una investigación. Finalmente, se ha declarado desaparecida a la poesía. Y en Su espera estamos.

martes, 14 de agosto de 2007

Literatura fragmentaria

El mundo es parcial, nuestra percepción e inteligencia limitadas, “Borges imaginó un universo acabado de crear con -falsas- huellas de un pasado antiquísimo” (A. Dolina), el planeta parece inabarcable conjurando la paradoja de que todo está mas cerca, todo es más accesible y posible, pero -eso sí-, no más barato, ni justo, ni igualitario.


La Historia, con todos sus archivos y rectificaciones, con sus folios y docs guardados sobre el pucho, no alcanza, no abastece ante el ritmo avasallante de la vida. Y la historia del arte, en sus capítulos recientes, los que vivimos, parece privilegiar los fragmentos, pedazos, huellas, esbozos, referencias, citas, alegorías. Estamos ante un arte incompleto, una literatura escindida por el comic, el blog y el fotolog, estamos ante la explosión de la mixtura musical y la serpentina teatral (acaso una banda de moebius).


Y si Champollion y los arquéologos e investigadores del siglo pasado se encontraron ante obras inconclusas, fragmentadas por el fuego, las guerras, el paso del tiempo y la miseria del poder, no estaría demás, que en este, pongamos de nuestra parte, que escribamos novelas sin final, poemas firmados en páginas en blanco, canciones grabadas directamente a cds rayados y deficientes, etc. Aquí van -en forma de poema- más ideas:

Escribamos reseñas de libros sin publicar
fragmentos de novelas inexistentes
empecemos por contar quién es el asesino
descubramos el último verso
del poema más grande del mundo.

Pintemos estudios inconclusos
firmemos grabados ausentes
vendamos lienzos y tablas en blanco.

Dediquémonos a la crónica y la glosa
al balbuceo constante de la crítica
recomendemos canciones odiosas
alabemos a los autores pérfidos.

La poesía no está en la calle,
en la calle está la gente que camina y trabaja
y cuestiona la utilidad de un poeta
la profundidad del teorema
la eficacia de la música
el beneficio de un alma
sin despeinarse la rutina.

En la calle están los perros
que se comen a los niños del futuro,
en la calle están los autos
inmóviles / de la crisis eterna.

Busquen la poesía en otra parte,
señorita periodista,
busquen la poesía en otra parte.



La Paz, 13 de agosto

Radio Astronauta Vol.2 (r&b)

Alicia Keys "Wild Horses"

La pianista y cantante de más rápido ascenso en los últimos años, es toda una diva y se mandó uno de los mejores unpluggeds de esta época. Con un banda espectacular, una voz impresionante y un piano impecable (para colmo es churrísima) llevó adelante en 2006 un super show con clásicos suyos y ajenos al mejor estilo de una superstar.

el clásico de los Rolling Stones, grabado originalmente en 1971, alcanza aquí una versión bien lograda, cantada con un feeling que eriza los pelos y con un interesante aporte armónico en el coro.

plus: el cantante invitado es Adam Levine, de Maroon 5.


John Legend "Slow Dance"

El autor: algo así como la versión masculina de Alicia Keys -solo que con más background jazzero-, por su ascenso meteórico. Su enorme calidad como pianista, compositor y cantante están fuera de duda. La estricta heterosexualidad nos impide excedernos en halagos. Pero este es un capo, que demuestra una vez más (“Once Again”), que el éxito y la carretilla en que tuvo llevarse a casa los grammys (el 2006 por “Get Lifted”) no son casualidad.

La canción: este tema evoca el sonido oscuro e intenso de las big bands de soul y funk de los setenta, sobre todo los de la costa oeste de Gringolandia.

Plus: johncito está camote. Miren nada más el video de “P.D.A. (Just don’t care)”, filmado en Rio de Janeiro, el hitazo de “Once Again”.


Corinne Bailey Rae “Put your records on”

The author: ésta minita inglesa debuta con un discazo de r&b super cálido y directo. Las canciones tienden una intimidad irresistible. Conocí el video una noche de insomnio, como a las tres de la mañana, el mejor horario en los canales de música por cable.

La canción: “pon todos tus discos (o cassettes) a sonar, dime cual es tu canción favorita, sigue adelante, deja tu pelo caer...”. o algo así, pero en bueeeena onda.

Plus: cuentan que cuando era jovencita, estaba en la primera fila de un concierto de Pearl Jam y Eddie Vedder la subió al escenario. Qué emoshon!

sábado, 4 de agosto de 2007

Nueva Lectura


El próximo lunes 20 de agosto, dentro del ciclo "Literatura en Vivo", curado por William Camacho y celebrando un reencuentro despúes de cinco años, nos juntaremos con Domingo Quispe, alias Tomás Astelarra, escritor y periodista hecho en Buenos Aires, en Etno Café a las 8 de la noche, más o menos, para realizar una lectura de -en mi caso- poemas inéditos y de mi libro "Cuaderno Rojo"; y la presentación del libro "Aforismos Ronateros" de Tomás, que de hecho, trabajó gran parte del libro en Bolivia, además leerá algunos textos nuevos, surgidos en su aventuras por el continente.


Si las cosas pintan, también haremos unas canciones en vivo. Tomás, también músico (tocó en la primera presentación de Camaleon), viaja cada vez más liviano. Si lo vieron en La Paz el 2002 con teclado-mueble y novia, y el 2005 con guitarra y barba, ahora lo verán despojado y con pianola (la novia en Baires, la barba en Cali, la pianola es llamada también melódica), presto a echar un parrafadita ronatera de literatura papacha o un jam session de largo aliento, sea lo que suceda ese día lunes, invito cordialmente a todos los lectores de este blog.